En la actualidad la mayor parte de los concursos de arquitectura o bien son cerrados para un selecto grupo de arquitectos, o bien, si son abiertos en realidad son inaccesibles para el común de los compañeros.

El contenido de la mayoría de los pliegos de condiciones vulnera la igualdad de oportunidades y es un ataque a la libre concurrencia. Ante un concurso cuyo pliego contenga condiciones abusivas, el Colegio debe informar a los colegiados de su existencia, exigir la supresión de dichas clausulas a la administración, y en caso de no ser atendido presentar una denuncia.

  • Eliminación de las exigencias de experiencia previa en concursos que excluyen a los jóvenes
  • Eliminación de las exigencias de solvencia económica, no son necesarias al existir el acceso a créditos
  • Eliminación de las exigencias sobre coberturas mínimas de seguro abusivas, el seguro de responsabilidad decenal debería ser suficiente
  • Eliminación de las exigencias de solvencia técnica del arquitecto, esta ya está garantizada por su titulación
  • Eliminación de la exigencia de habla local. Debería ser suficiente hablar cualquiera de las lenguas oficiales de nuestro país.
  • Eliminación de los límites de edad.
  • Eliminación de la exigencia de residir en un determinado lugar.

La actuación de los jurados de los concursos es a menudo arbitraria e injusta, y especialmente dolorosa cuando las decisiones provienen de compañeros. El Colegio debe exigir que las valoraciones de los miembros jurado queden registradas en un acta pública, en especial las realizadas por los arquitectos.