CONOCER LA ARQUITECTURA DESDE LA INFANCIA

Algo está cambiando en el sistema educativo, independientemente de los pequeños cambios a nivel educativo que surgen desde cada legislatura y partido, sean de la ideología que sean, cada vez son más los centros educativos que proponen una enseñanza donde tengan cabida otros ámbitos, aparte de la formación, pero que a día de hoy, lamentablemente, no incluye la arquitectura.

Al colegio de nuestros hijos va a dar una charla la policia, los bomberos, el teatro de Pepa Pig, pero el único contacto que tienen con la arquitectura es cuando los padres explican su profesión, y siempre hay un arquitecto.

Sorprendería a muchos de nosotros como los niños desde muy pequeños, saben distinguir perfectamente que es un hospital, un colegio, una casa, una biblioteca, máxime cuando se trata de buena arquitectura, bien diseñada, un programa adecuado a la función que se va a realizar, que lo hace todo más fácil. No es que sepan leer que hay un cartel que pone “Hospital de Puerta de Hierro” en la fachada principal, es que una tipología específica que funciona tiene un contacto directo con un lenguaje arquitectónico que los niños tienen de por sí insertado. Cuando visitamos una biblioteca los niños aprenden enseguida donde está la zona de préstamo, que no se puede hablar alto, por donde se produce el acceso, y seguramente en la siguiente visita no hace falta explicarles nada, ya lo saben todo.

En cualquier caso, no es suficiente si pretendemos crear una buena base cultural que también incluya la arquitectura en los centros educativos.

La solución está en establecer acuerdos para la inclusión de la arquitectura en la formación y la divulgación en los colegios, desde los primeros años hasta el bachiller incluido, que permita a los alumnos tener una buena base también de la arquitectura, que le permita disfrutar de un paseo,  casi sin detectarlo, de una forma natural, por un museo bien diseñado, o de trabajar en una oficina en la que se sienta realmente a gusto.

Estos acuerdos deberían, además llegar a otros ámbitos, que ayuden a que el cambio desde el centro educativo a la escuela, facultad, no sea tan grande, ya que siempre que se parta de una buena base educativa,